Cum Laude

A estas alturas he llegado a ser Académica de lo nuestro, de ti y de - en ese orden -.

Me he graduado con honores en lo que pudimos llegar a ser y nunca seremos después de presentar mi tesis sobre cada paso que dimos ante todos los tribunales que han reunido paciencia suficiente para escucharme.

Para documentarme he realizado una revisión bibliográfica exhaustiva, prestando especial atención a lo rápido que pasaba el tiempo si estaba contigo, todas mis sonrisas culpables, la carne de gallina después de cada beso y tus verdades cuando me mirabas. No he llegado a conclusiones determinantes, pero he confirmado nuestras teorías sobre la falta de una base firme y nuestra prisa por correr demasiado y he rescatado algunos datos de interés para futuros estudios: Los dos fuimos egoístas. Nunca tuvimos claro hacia dónde queríamos ir. Cargamos al otro con pesos propios y asumimos los que no nos correspondían. Ninguno se cuidó a sí mismo y por eso nos hicimos daño.


Tengo preparados para su publicación varios artículos en torno a mis teorías sobre bases biográficas de tus actitudes, tendencias típicas y tópicas en tu comportamiento, previsiones y escenarios futuros de tus cariños. Quienes han tenido acceso a ellos destacan mi facilidad para ponerme en tu lugar, aunque hay corrientes de opinión que consideran que mi perspectiva no es constructiva, que estas líneas de investigación no me llevan a ninguna parte, que así sólo consigo hacerme daño y que  nunca se puede prever con certeza lo que piensa o siente otro -ni mucho menos, lo que vivirá y le hará vibrar más adelante-.

Sé que tú perteneces a esta última escuela de escépticos, por eso me interesa que sepas que empiezo a tener en cuenta vuestras opiniones: por el momento me cuesta dejar de lado la metodología que he utilizado hasta ahora -es una mera cuestión de hábito-, pero he empezado a consultar manuales sobre dejar que las cosas pasen como tengan que pasar, disfrutar de lo que vives hoy sin considerar cómo pueda afectar al mañana, quererte sin plantearme qué papel cumples en mi vida ahora y siempre. Sorprendentemente parece que funcionan, ya iremos viendo los resultados del experimento más adelante.
 
Por último, he regresado a los orígenes; me explico. He retomado mis estudios sobre cuánto me gusta mirarme al espejo durante horas, lo mucho que disfruto anotando en post-its las cosas que me llaman la atención, lo sencillo que me resulta saber dónde quiero ir ahora que vuelvo a estar firmemente convencida de quién quiero ser.
Soy consciente de que nunca debería haber dejado de lado estas cuestiones, porque son el fundamento y el corpus teórico de todas mis investigaciones: nunca llegaré a doctorarme en mi historia personal si pierdo de vista el hecho de que, en esto, el eje de todo soy yo… pero compréndeme, en su momento fue demasiado tentador abandonar todos mis trabajos para licenciarme en lo fácil que es reirse contigo, lo bien que me entiendes cuando quieres, la complicidad que descubrimos cuando nos conocimos y todas esas otras titulaciones que no creo necesario recordarte.

Abandoné la tradición teórica de mis convencionalismos, mis ideas preconcebidas, mi futuro “taylor made” y decidí formar parte de tus grupos de discusión.
Quizá tenían razón los que insitían en que mi camino no era el tuyo, pero probar a vivir según tus reglas me ha regalado nuevas perspectivas sobre mí misma; me has contagiado  la pasión por lo empírico -cuando dudes de algo: compruébalo por ti misma, cuando quieras algo: cógelo…- y has enriquecido mi tesis haciendo que dudara de todas mis hipótesis. Desde hoy no tengo más remedio que incluirte en la bibliografía de todos mis trabajos futuros: tu influencia ha terminado por ser determinante en mis planteamientos en torno al 1+1=2.
Pero ya he agotado las becas para transferencia de conocimiento que otorga estar contigo y ha llegado el momento de que retome mis ensayos sobre ser feliz a mi manera.
Me he propuesto cuidarme y disfrutarme a mí misma y ya veremos más adelante con quién decido compartir -cuando lo consiga- el Nobel a lo que puedo llegar a ser.
Hasta entonces, no dejes de echar un ojo de vez en cuando mis publicaciones -yo siempre seguiré con interés tus proyectos-… procuraré redactar la mejor versión de mí misma y que te sientas orgulloso de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario