Compromiso

2011... qué decirte que no te haya dicho ya...

Has sido un año intenso, determinante; he vivido una vida entera en tus 365 días: viniste cargado de promesas, proyectos e ilusiones y me has dado todo lo que te pedí y más -a veces pienso que incluso demasiado-.

Es verdad que en tus últimos meses no nos hemos entendido todo lo bien que nos hubiera gustado y que llevo tiempo soñando con que termines... pero por otra parte no quiero que te marches sin saber que ocupas un lugar irremplazable en mi historia personal; contigo he crecido, he aprendido y he conocido millones de cosas sobre mí misma y sobre los que me rodean y- aunque a veces haya sido duro- no puedo dejar de agradecerte todas las experiencias únicas que me has regalado.

GRACIAS de corazón por haberme dado la oportunidad de exprimirte y disfrutarte al máximo y por haberme aportado tantísimo. No soy la misma que el último 31 de diciembre: me has convertido en una Sara más fuerte, más independiente, más segura, más interesante, más sensible, más atenta, más inquieta. Más persona. Más yo.
No podré olvidarte nunca.

Y a ti, 2012, de momento sólo te digo que he decidido recibirte con los ojos cerrados y el corazón abierto: quiero que me sorprendas con todo lo bueno y lo malo que puedas darme, quiero que nos conozcamos y disfrutemos el uno al otro muy poquito a poco, que nos mimemos.
Voy a cuidarte mucho: te prometo prestar atención a cada uno de los minutos que traes contigo. A cambio sólo te pido que tú también me cuides, que seas un año sereno, paciente y cargado de cariño. Estoy segura de que los comienzos no serán fáciles -nunca lo son-, pero apostaría cualquier cosa a que la próxima Nochevieja estaremos muy orgullosos el uno del otro...

No hay comentarios:

Publicar un comentario