Hoy me has hecho leer de nuevo el prospecto: de acuerdo, volveré a tener muy en cuenta la posología y las contraindicaciones.
Puedes creerme cuando te digo que pienso tomármelo muy en serio.
Lo que me preocupa es que -después de tanto tiempo abusando de velocidad y sonrisas culpables- haya terminado por engancharme y ahora no sepa dar marcha atrás...
Hasta los mejores vicios crean adicciones y todo adicto es un enfermo.
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